Voy con frecuencia a ver galerías de arte en Barcelona. Las de Consejo de Ciento suelen estar vacías, por lo que puedo contemplar las obras sin que nadie me moleste, sin ruidos y gratuitas, si bien a penas hay pintura que es lo que más me atrae. Se pueden ver instalaciones, escultura, fotografía etc, con predominio de grandes formatos. A estos oasis de paz, que me recuerda las iglesias, no va la gente.
¿Si no va la gente a quien venden las obras? Muchas de las obras que vi en galerías las reconocí en Caixa Forum. Otras están en fundaciones, bancos , museos, ayuntamientos y algún coleccionista particular. Así que parte de los compradores son instituciones públicas por lo cual el arte de las galerías en parte es un arte subvencionado.
Las galerías creo que viven en la extratosfera (utilizo esta palabra de uso reciente que iba dirigida a un político como reproche de no estar en la realidad). Suelen tener, una puerta descomunal pensada mas para entrar los grandes formatos que para la gente. Dudo que incluso los pisos de diseño tengan semejante puerta. Así, muchas de estas obras van dirigidas directamente a grandes museos e instituciones (dinero público) en vez de a particulares.
La gente no tiene integrado el coleccionismo y ha pasado de comprar el cuadro de los ciervos perseguidos por los perros del salón de la familia de “Cuentame” a los cuadros de aire moderno de temática africana, o abstractos con un popurrí de ingredientes que pintan artistas como si de una factoría se tratase, en vez de colgar arte original. Algunas salas de arte al fracasar como galerías, se han reconvertido prácticamente en almacenes de estas obras en serie.
El coleccionismo popular no existe porque el estímulo que correspondería hacer a galerías, crítica, y medios no funciona.
La crítica cuando comenta alguna exposición lo hace en artículos tan aburridos que casi nunca termino de leer a pesar de mi interés. A diferencia de artículos de economía que encuentro, interesantísimos y no digamos de astrofísica u otras ciencias que leo con pasión. Asi que los escritos propiamente de arte no contribuyen a fomentarlo.
Las Galerias se han encargado de promover a una serie de artistas (artistas de la galería) que en mi opinión no sintonizan con el público,( ya sabemos que el arte puede ir por delante de los gustos). En la era de los superconductores de partículas, de los aviones, y de los rascacielos la malloría de obras parecen insignificantes , vanales.
En Caixa Forum vi no hace mucho una obra que era una vitrina con fotocopias de pinturas de Goya (cuyo autor se me ha ido de la memoria) enganchadas con cinta adhesiva. No tiene sentidojustificarlo por mas que se esfuercen en hacer la cuadratura del círculo. El artista seguramente conocidísimo y con una obra tan radical debe ser del gusto de los asesores, pero su obra carece de emoción Para llegar a ella debemos leer antes el “manual de instrucciones”.
La emoción igual que la pintura las han desplazado a segundo término prevaleciendo lo racional y lo hermético, y proliferando en este contesto numerosos artista que son los que llenan las salas de obras para que las salas estén vacias de personas.
Las escuelas o facultades están llenas de gente con obra interesante que nadie va a ver. Cuando hice pintura en la Escuela Massana y en la Facultad de Bellas Artes , en la Universidad de Barcelona, nunca vi ni críticos ni galeristas ni periodistas. Mucha gente que estudiaba se perdió por el camino y otros seguimos por AMOR AL ARTE haciéndolo compatible con otros trabajos. Hoy La Contra de La Vanguardia está dedicada a un escritor que trabajaba en una fábrica de cajas y cartón que tiene una extensa obra y que ahora parece que lo han descubierto. Hace días en El País hablaba de una señora, pintora de 94 años que desde hace cinco un galerista apostó por ella (nunca es tarde).
El método de selección de artista en las galerías siempre ha sido un misterio para mí. ¿Tienen preferencia por autodidactas o por artistas con título ? ¿Tienen en cuenta el currículum o la obra? ¿Tiene algún peso las Escuelas de Arte o las Facultades para que expongan los que han pasado por ellas? ¿La línea de la galería está en consonancia con el sentir popular? ¿Por qué siempre exponen los mismos?
Las facultades de Bellas Artes contribuyen a dar formación a sus alumnos y sobre todo ampliar la cultura artística. pero ¿como es que no han creado un circuito de exhibición fuera de la “salita” de la Facultad para mostrar lo que hacen sus estudiantes, o sus antiguos alumnos? ¿Como es que la crítica no se pasea por las aulas o mira páginas en internet llenas de arte donde los artistas cuelgan su obra sin cobrar por que las vean? ¿ Cómo es que estudiantes de unas disciplinas viven agenos a lo que hacen otras especialidades?. Y los medios, ¿cuántos programas hay de arte en horario estelar?¿Y otro horario? Es mas rentable el arte de bailar o ver a los chicos del coro u otras barbaridades.
Hace años, en una galería de Barcelona vi a unas personas interesándose por una obra. La galerista, como información del artista les dijo que residía en Nueva York, que es lo que se llevaba entonces. Hoy ha cambiado el escenario y podríamos hablar de Berlín o Dubai. Con esta moda de artista residente en escenario exclusivo quedan excluidos la mayor parte de artistas que concilian arte, familia y trabajo. Una persona que puede con estas tres cosas siempre tendrá algo interesante que decir.
Resumiendo, lo de menos es el arte. Lo que interesa es un producto etiquetado si puede ser con artista estrella de dedicación exclusiva. JCuenca.
Recomiendo el artículo de Vicente Verdu, Pintar sin pintura.
2 comentarios:
La confusión radica en el continente que da paso al contenido. El uso de las palabras "Galería" - "Arte" presupone/promete un viaje al silencio, un arrebato subjetivo que carece de palabras, un regalo que aúna los sentidos, no existe mas critica veraz ni mas critico que los síntomas que te provocan. Si eso no sucede sin entrar en valoraciones técnicas ni pijadas pedantes, no es "Arte" pero físicamente estas en una "Galería" incitándote a ser racionalmente objetivo repleto de palabras donde el único regalo es la función pragmática de pasar la tarde. Para apuntalar estas dadivas que ofrecen las "Galerías" se necesita una marca personal y un profundo marketing para formar parte de la elite que exhibe objetos en "Galerías", dirigida a los compradores."Estilistas de espacios llamados Galerías". Se cierra el circulo.
Esto abre varios caminos, 1 - Preguntarte a ti mismo por que te crees que en una Galería encontraras arte?, aparte del engañoso titulo. Y segundo por que no aprovechar el transito por galerías para plasmar todas esas sensaciones como una oportunidad creativa para el artista de modo que tu encuentras el arte, el viaje al silencio y el regalo a los sentidos en los síntomas que te provocan las galerias, te sales del escenario "Galería" y te adentras tu solito en el Arte, mas que perder el tiempo de ser arrebatado por el arte de engañar a tus sentidos, es una cuestión de ampliar el foco de lo que nunca podrás cambiar y que te obcecas en entender.
Esa Galería es la materia prima del artista, pero si te pierdes en juicios y deambulas,.... simplemente quedas absorbido a la misma altura de la Galería.
La confusión es el Rotulo, pero no la excusa que te transforma en critico galerista versus srtista.
Obras son amores.
Juan Manuel
Precisamente a esto me refería con lo del Tàpies. Totalmente de acuerdo con esto que dices. En una visita a Bilbao, coincidió una exposición de escultura en el Guggenheim de varios artistas, una de ellas era literalmente "un saco de caramelos tirados en un rincón de una de sus salas", me pareció absurda, pero quise preguntar a una amable señorita que custodiaba dicha obra de arte, por el significado de la obra; debido a su locuacidad, al final no recuerdo exactamente lo que quiso decirme, pero con el paso de los años he llegado a la certeza de que una verdadera obra de arte no necesita presentaciones, una verdadera obra de arte la ves y ella se encarga de contarte todo y las geniales son aquellas que son capaces de llegar al más amplio abanico de gente (clase-geográfico-temporal).
Lo de la burocracia de las galerías es harina de otro costal.
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