miércoles, 31 de julio de 2019

ÁRBOLES NUBES Y GARABATOS


Hay un tiempo de espera
mientras las nubes hablan
desaparecen las sombras.
Afinidades con lo real
en una línea imaginaria
paisajes que no existen
Árbol entre nubes de garabatos
árbol sobre un horizonte
planto los árboles invisibles.


DOS ÁRBOLES Y CIELO CON GARABATOS. Acrílico lienzo. 35x27x2 cm. Año 2019. JCuenca

ÁRBOL Y CIELO CON GARABATOS. Acrílico lienzo. 35x27x2 cm. Año 2019. JCuenca 

ÁRBOLES CON CÍRCULOS. Acrílico lienzo. 35x27x2 cm. Año 2019. JCuenca

ÁRBOL ENTRE NUBES. Acrílico lienzo. 35x27x2 cm. Año 2019. JCuenca

lunes, 22 de julio de 2019

EL DIÁLOGO DE LOS ÁRBOLES

Pinto porque pintar es expresar.

Pinto porque pintar es liberar la intuición.

Pinto porque pintar es pensar el mundo.

Sospecho que hubo otros tiempos, donde la comunicación entre los seres era instantánea, quizás antes de la bíblica Babel, o tal vez en aquellos territorios hundidos de la Atlántida o puede que en un tiempo de gigantes que modelaban las cordilleras con argamasa, y que hoy se interpretan como formaciones geológicas. En todo caso cuando ese lenguaje instantáneo y preciso dejó de existir, surgió la literatura, la pintura, la música, todo eso que ha llegado hasta nuestros días y que llamamos arte. Tal como lo planteo, nuestra cultura es fruto de una involución, debido a la caducidad de una cultura superior y su "reset" marcó un volver a comenzar con ciertos ecos de lo que ya fue, pero distinto a la vez. La dichosa evolución que nos han contado que va siempre en sentido ascendente solo sirve para hinchar el ego de nuestros logros y para aumentar la ceguera. 

Todos los artefactos que envían al espacio sideral, están concebidos para investigar en términos evolutivos, van buscando ese caldo primigenio similar al de la tierra, donde por medio de rayos y truenos se formaron los primeros vestigios de lo que llaman vida. Creen que en ese atormentado planeta rojo, las arcillas que encuentran en los lechos de lo que fueron grandes ríos, son testimonio equivalente a las que concibieron para la tierra. En realidad lo que buscan es la confirmación de sus hipótesis. La verdad no tiene sistemas de medición, la realidad que construyen, si. 

Ahora que se cumple el 50 centenario de la llegada a la Luna y que yo vi en blanco y negro en la televisión con los ojos bien abiertos, esperando ver otros paisajes. Vi que los astronautas con trajes que casi cegaban, daban saltos y desplegaban un protocolo. La huella, la frase, la bandera, 380.000 Km para ejecutar los ensayos mil veces repetidos aquí en la tierra. Ninguno se saltó el guión para hacer un encuadre fuera de protocolo. "Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad", tiene una lectura bajo el prisma de la tecnología y la ciencia, deslumbrante sin duda como sus trajes de astronauta reflejando la luz del sol en un satélite sin atmósfera. 

Habría estado bien cambiar una de esas piedras que recogían, por una foto movida de las estrellas del cielo lunar, solo tenían que dejar el obturador de la cámara unos segundos abierto. ¿Alguien recuerda un cielo de estrellas y Vía Láctea en un cielo sin contaminación? imagina eso en un cielo sin atmósfera. Desde la sombra de alguna gran roca lunar podrían haber hecho esa foto para dejarnos sin palabras, como cuando estamos delante de un cuadro que nos impresiona. Lo que nos dejaron fue una gesta llena de dudas, puesto que no estaba basada en ese gran salto para la humanidad como decían, sino en una carrera por la hegemonía. JCuenca


Para terminar esta entrada del blog dejo este escrito de Cortázar, porque fue lo que me motivó a escribir lo que habéis leído y porque mis pinturas tienen puntos de encuentro con "la sospecha de otro orden más secreto y menos comunicable" como podemos leer más abajo.

Aspectos del cuento, por Julio Cortázar.
"Casi todos los cuentos que he escrito pertenecen al género llamado fantástico por falta de mejor nombre, y se oponen a ese falso realismo que consiste en creer que todas las cosas pueden describirse y explicarse como lo daba por sentado el optimismo filosófico y científico del siglo XVIII, es decir, dentro de un mundo regido más o menos armoniosamente por un sistema de leyes, de principios, de relaciones de causa y efecto, de psicologías definidas, de geografía bien cartografiadas. En mi caso, la sospecha de otro orden más secreto y menos comunicable, y el fecundo descubrimiento de Alfred Jarry, para quien el verdadero estudio de la realidad no residía en las leyes sino en las excepciones a esas leyes, han sido algunos de los principios orientadores de mi búsqueda personal de una literatura al margen de todo realismo demasiado ingenuo."

El extracto de Cortázar, lo he sacado de NARRATIVA BREVE.

Las pinturas que ilustran esta entrada, son detalles de otras pinturas completas que hice, y a la vez son fragmentos de una realidad poliédrica.

EL DIÁLOGO DE LOS ÁRBOLES Acrílico lienzo 160x200cm. Año 2019 (Detalle) JCuenca.

EL DIÁLOGO DE LOS ÁRBOLES Acrílico lienzo 160x200cm. Año 2019 (Detalle) JCuenca.

LOS ÁRBOLES ATRAEN LLUVIA. Acrílico papel. 70x100 cm. Año 2019. (Detalle)JCuenca.

TIEMPOS INESTABLES. Acrílico papel. 70x100 cm. Año 2019. (Detalle) JCuenca.

ARBOLEDA Y MONTAÑA. Acrílico papel. 70x100 cm. Año 2019. (Detalle) JCuenca.


TIEMPOS INESTABLES. Acrílico papel. 70x100 cm. Año 2019. (Detalle) JCuenca.

ATMÓSFERA DE ARCILLA. Acrílico papel. 70x100 cm. Año 2019. (Detalle) JCuenca.
SOBRE UN FONDO ABSTRACTO UN ÁRBOL LINEAL. Acrílico papel. 100X70 cm. Año 2019. (Detalle) JCuenca.


SOBRE UN HORIZONTE UN ÁRBOL AZUL. Acrílico papel. 100x70 cm. Año 2019. (Detalle) JCuenca.

miércoles, 3 de julio de 2019

"PINTAR LA ATMÓSFERA, PINTAR EL VIENTO Y LA LUZ"

Artelista me hizo esta crítica.

Pintar la atmósfera, pintar el viento y la luz. Desde los impresionistas, la pintura ha tratado de fijar el movimiento, pero no tal y como se produce, sino de la forma en la que lo capta nuestro ojo. Y de la forma en la que lo siente nuestro corazón. Porque Jesús Cuenca no solo es un cazador de atmósferas, sino que también indaga el efecto que crean las mismas en nuestras emociones. Esta confluencia de intereses artísticos da como resultado una obra vibrante y risueña, sugestiva desde un punto de vista técnico y palpitante desde una óptica emocional.
Atmósfera rosada, Jesús Cuenca.
Atmósfera rosada, Jesús Cuenca.
“Entre lo real y lo abstracto hay una línea para lo imaginario, y esa es la línea por donde discurren mis pinturas”. A Jesús le gusta repetir esta sentencia como definidora de su obra. Es en ese punto intermedio entre lo que creemos real y lo que se aleja de lo figurativo donde encontramos sus mejores obras, esos paisajes (casi) abstractos en los que todavía resisten algunos anclajes figurativos.
Dialogantes, Jesús Cuenca.
Dialogantes, Jesús Cuenca.
En su serie Paisaje Primordial todavía vemos árboles y caminos, pero es el color desligado de la mímesis de lo real lo que busca conmover al espectador. En Primordial 1, los azules tiñen de melancolía el lienzo que se anima con toques verdes y rojos y apuntes caligráficos que recuerdan a Cy Twombly, uno de sus grandes referentes. En Tierra 3 todo el cuadro es sinónimo de vida, la vibración cromática que consiguen el verde y el azul nos remite a ese paisaje primordial, “cuando la naturaleza era el centro de todo”.
Amanecer 1, Jesús Cuenca
Amanecer 1, Jesús Cuenca
En la colección Enlaces, por su parte, Jesús Cuenca organiza un paisaje intuitivo pero reconocible. El uso de la madera como soporte permite al pintor otra forma de experimentar alcanzando grandes cotas de expresividad. Para Jesús, la madera “transmite la esencia de la naturaleza”, punto focal de toda su obra.
L de Londres, Jesús Cuenca
L de Londres, Jesús Cuenca
Y es que el material con el que juega un pintor, a menudo, es demasiado limitado, pero fundamental para lograr sus objetivos artísticos. Jesús Cuenca es de esos pintores que disfruta con lo sencillo, con el pincel, la espátula, la mano y una superficie. No por acumular materiales y técnicas, un cuadro es más satisfactorio ni vanguardista.
Libro con luz, Jesús Cuenca
Libro con luz, Jesús Cuenca
Sobre su adorada madera también encontramos algunas de sus últimas aportaciones: es el caso de la serie Siroco/Xaloc. Decíamos que la atmósfera es fundamental en la interpretación de los cuadros de Jesús Cuenca: si observamos una obra como Siroco/Xaloc 3 podemos sentir ese viento que sopla y arrastra el polvillo rojo que llega del sur.
Copos 3, Jesús Cuenca
Copos 3, Jesús Cuenca
También sobre tabla, debemos citar otra serie sugerente en la que el minimalismo y el pequeño formato dan como resultado obras tan atractivas como Copos 3, en la que buena parte de la tabla queda desnuda de materia reforzando ese toque discreto casi oriental. Pero en Copos 5, Cuenca retoma su colorismo mediterráneo con un encuadre formado por caligrafías, como una ventana simbólica a la que el espectador se asoma para disfrutar de un paisaje cimbreante.
Horizonte 2, Jesús Cuenca
Horizonte 2, Jesús Cuenca
Ese minimalismo incipiente en algunas de las obras de la serie Copos, domina la génesis de Horizontes. Jesús Cuenca deja a un lado la abstracción y decide acercarse a la naturaleza desde una óptica expresiva y simbólica.El árbol es el motivo, el pretexto, pero el pintor, en este caso, muestra más interés por las grandes capas de color, por las transparencias que generan y por la impresión que pueda generar en el espectador el uso del color.
Esta escasez de materia de Horizontes contrasta con otras obras como Árbol amarillo y árbol verde. Otra vez el árbol —“una de las más bellas creaciones de la naturaleza, en perpetuo cambio de color o de dimensiones”— en esta ocasión más cargados de materia, más rugosos, despertando otra clase de sensaciones táctiles.
El templo multicolor 2, Jesús Cuenca.
El templo multicolor 2, Jesús Cuenca.
Y aunque el paisaje —más o menos abstracto, más o menos imaginario— es, como hemos visto, el motivo principal en la obra de Jesús Cuenca, no debemos pasar por alto la oportunidad de referirnos a dos de sus últimos cuadros: Dialogantes o Miradas. Sobre todo en el caso del primero, el uso expresionista y no mimético del color nos recuerda al fauvismo de Maurice de Vlaminck. Mirar para aprender, y dialogar para confluir, para construir juntos, son los elementos significativos de estas obras. Y es que Jesús Cuenca, a pesar de su larga y sustanciosa trayectoria como pintor, no quiere dejar de aprender (y construir) desde su taller.

Entrada destacada

PINTANDO EN EL TALLER

El vídeo va sobre el proceso de pintar una obra de gran formato. Si tuviera que decir donde está mi inspiración mencionaría, los árboles, l...