Magritte, René. LA CLEF DES CHAMPS. Óleo lienzo. 80x60 cm. 1936. Museo Thyssen-Bornemiza. |
La
pintura de Magritte es figurativa y expresa un realismo personal
reconocible.
Había comenzado dentro del estilo impresionista, pero fue el
descubrimiento de la pintura metafísica de Chirico lo que determinó su
carrera.
Magritte es conocido como uno de los máximos exponentes del
surrealismo. Mantuvo cierta relación con artistas surrealistas como
Paul Éluard, Breton, Max Erns, Miró y Dalí pero Magritte fue
independiente y persistió con sus ideas por encima de modas e intereses de
grupo. Su obra se distancia del automatísmo de los surrealista de París para centrarse en las asociaciones de elementos, en las ideas, en los
conceptos.
El cuadro La Clef des Champs de 1936 pintado de manera minuciosa y naturalista, nos muestra un paisaje exterior enmarcado por unas cortinas, vemos el interior con cristales rotos, con la particularidad de que estos trozos conservan la imagen del paisaje. Magritte nos invita a percibir la poesía y el misterio, pero sus imágenes estimulan la reflexión.
La ventana es un marco donde se encuadra lo que vemos, lo limita, pero también es una referencia entre lo cercano y lo lejano. Un diálogo entre lo interno y lo externo. Una imagen atemporal que podría estar asentada en nuestro presente sugiriéndonos que para ver la realidad hay que romper ese muro invisible que la manipula. La realidad no está entre cortinas, está ahí afuera, libre de interpretaciones ajenas, para que la descubramos por nosotros mismos.
El cuadro La Clef des Champs de 1936 pintado de manera minuciosa y naturalista, nos muestra un paisaje exterior enmarcado por unas cortinas, vemos el interior con cristales rotos, con la particularidad de que estos trozos conservan la imagen del paisaje. Magritte nos invita a percibir la poesía y el misterio, pero sus imágenes estimulan la reflexión.
La ventana es un marco donde se encuadra lo que vemos, lo limita, pero también es una referencia entre lo cercano y lo lejano. Un diálogo entre lo interno y lo externo. Una imagen atemporal que podría estar asentada en nuestro presente sugiriéndonos que para ver la realidad hay que romper ese muro invisible que la manipula. La realidad no está entre cortinas, está ahí afuera, libre de interpretaciones ajenas, para que la descubramos por nosotros mismos.
Fotografía y comentario JCuenca.