El árbol como vínculo con el pasado, con la cultura, con la memoria, con la estética y con la naturaleza.
En el aspecto formal no los imito -la mímesis no es para mi-, los siento.
Desde mi subjetividad los proyecto de forma expresionista, en los
soportes que unas veces son lienzos, otras son papel y otras madera;
madera de árbol.
He plantado árboles fuertes, solitarios,
frágiles, rebeldes, invisibles, altos, bajos. Árboles translúcidos,
árboles de madera, árboles como nubes. Árboles urbanos. Árboles en
bosques de colores, que hacen alusión al gran beneficio ambiental que
proporcionan y para
reivindicar más árboles en esta ciudad, en los bosques, o en las selvas, en los caminos y en los montes.
Esta compilación de obras abarca un período de
unos 20 años, al reunirlas permite ver el árbol como elemento
recurrente entre las comparaciones formales y estilísticas, al mismo tiempo
que dialogan las obras. Quizás, además,
esta insistencia en representarlos sea también una de las maneras de
echar raíces en estas tierras en las que no nací. De buscar una
identidad necesaria. Decía Chillida "lo
ideal es que seamos de un lugar, que tengamos las raíces en un lugar
(…). Todos los lugares son perfectos para el que está adecuado a ellos y
yo aquí en mi País Vasco me siento en mi sitio, como un árbol que está
adecuado a su territorio”.
Mi obra esta hecha en Barcelona, lugar al que vine a vivir cuando tenía 11 años. Esta reflexión es con el propósito de agrupar mis obras sobre áreas temáticas. En este caso los árboles.
Jesús Cuenca.
Enlace para ver las obras ARBOLES DE LA MEMORIA
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