Mi nombre es Jesús Cuenca y nací en un pueblo de Cuenca. Mis padres vinieron a Barcelona en 1963, yo tenía 11 años. La primera alegría al venir a Barcelona era que había quioscos y, por lo tanto, tebeos que tanto me gustaban. La segunda era que la ciudad tenía mar y nunca antes lo había visto.
Mi padre tenía un taller de carpintería y yo le ayudaba en numerosas ocasiones. El contacto con la madera y las herramientas que servían para trabajarla me eran familiares, ya en el pueblo siempre estaba haciéndome espadas, arcos o cualquier artilugio.
En Barcelona comencé el nuevo colegio y encontré a mis primeros compañeros con afinidades similares a las mías: astronomía, música, excursiones por la montaña, fotografía y pintura. Comencé a trabajar muy pronto a los 18 años en el Hospital del Vall d’Hebrón, pero por las tardes seguía ayudando en el taller y después hacía bachillerato nocturno. En aquel tiempo se hacía el servicio militar y me tocó aquí en Catalunya. Después vinieron años de trabajo, estudio y pintura, que practicaba esporádicamente. A pesar de mis ocupaciones, encontré tiempo para casarme e independizarme.
Uno de mis objetivos era estudiar arte en la “Escola Massana” y lo hice conciliando con mi trabajo “fijo” en el hospital. Lo vi como una necesidad puesto que me había iniciado en el arte de forma autodidacta y La Massana era como una puerta hacia un conocimiento más profundo de la pintura. Cuando terminé los estudios de Artes aplicadas, especialidad en pintura, participé en algunos certámenes de arte, siendo seleccionado en alguno de ellos.
Tuve un dilema entre pintar por las tardes o seguir estudiando arte, esta vez en la universidad. Me decidí por hacer Bellas Artes ya con 38 años. Me licencié especializándome en restauración, puesto que en pintura consideré que ya sabía suficiente. Pensé que con ese currículo se me abrirían puertas, pero en las galerías que exploré ya tenían sus artistas y esos artistas o ya habían estado en New York o tenían plena dedicación a la pintura.
Igual que hay un fútbol de primera división, también hay de segunda y tercera, pongo este símil futbolístico porque muchos artistas nos movemos haciendo un juego aceptable en segunda división. Hice muchas exposiciones colectivas y alguna exposición individual en lugares no convencionales, que resulta que ahora sí lo son, como en un hospital, una embajada o un hotel. También en una sala de arte en la costa.
Internet también ha sido una puerta para hacer visibles los trabajos, hice un par de blogs que sigo actualizando, además de estar en Artelista, en Twitter, etc. Ahora dispongo de mucho más tiempo y me dedico a pintar con regularidad.
¿Cuándo y por qué empezaste a pintar?
Empecé a pintar muy pronto. En el pueblo con 8 0 9 años, un profesor que sabía de mi afición me dejaba los últimos 20 minutos de clase para hacer dibujos que luego se quedaba. Recuerdo de todos ellos un Don Quijote a caballo muy bueno y un Jesucristo en la cruz que me salió bastante deforme. Continué haciendo reproducciones de los dibujos que me gustaban o de los héroes de los tebeos que leía, el Jabato, el Capitán Trueno en casa o en Madrid cuando visitaba a mi tía, dibujaba en cualquier momento.
Ya en Barcelona, en el taller, una madera me sirvió de soporte para mi primera pintura y en ella apliqué tierra, pigmentos y cola de carpintero. Recuerdo que era un río entre montañas y mediría unos 80 x 60 cm. Para 12 0 13 años que tenía me pareció un formato grande comparado con los dibujos en papel.
Esos fueron mis primeros inicios y continué haciendo dibujos, acuarelas y pinturas. El tiempo que empleaba en ello era especial para mi, todo era momento presente, todo lo que acontecía a mi alrededor estaba en un segundo plano. Pintar sobre papel, lienzo o madera me proporcionaba gran satisfacción. Además el proceso de crear es una experiencia de autoconocimiento.
¿Cómo crees que deben ayudarse una galería y sus artistas?
El papel de la galerías ha sido el de hacer exposiciones para la promoción de sus artistas. Soledad Lorenzo importante galerista ya retirada decía que el galerista es “un puente entre el arte y la sociedad” y que “En el arte no hay verdades, hay emoción”.
Las galerías se han abierto a las últimas tendencias, pero estos últimos años se han cerrado muchas debido a la crisis, pero creo que también se debe a que muchas galerías han apostado por un arte donde la pintura y la emoción, han sido desplazadas a un segundo término, prevaleciendo lo racional y lo hermético. De esta manera ha habido un distanciamiento con el público y las salas se han ido vaciando de espectadores.
Creo que sería interesante recuperar el retorno del público a las galerías y que disfrutaran con las nuevas creaciones. Que los colegios programaran visitas a las galerías con sus alumnos, que se enseñara a ver. Que las universidades potenciaran las humanidades en vez de eliminarlas. Que en la galería además de las obras, hubiera vídeos del artista donde mostrara el proceso creativo. El artista también puede ayudar a la galería, siendo divulgador de su obra en los medios.
¿Qué consejo darías a aquellos artistas que empiezan a mostrar su obra?
Las obras se hacen para que se puedan ver y para ello debe haber locales, bares, salas de exposiciones y centros culturales, para mostrar los trabajos. Esto supone un contacto directo del público con la obra, que es como mejor se aprecia su factura, y no me refiero al precio sino al modo de estar hecha. Hay otros medios como Internet con multitud de portales para mostrarla. Contra más activos sean más los irán conociendo. Yo les aconsejaría que seleccionen lo que consideren mejor y lo muestren, pero que no se obsesionen con exponer. Es importante tener regularidad y no deben olvidar que ellos son sus mejores promotores.
¿Cómo vendiste tu primera obra? ¿Hay alguna con la que sientas una mayor conexión?
Una señora clienta del taller de carpintería de mi padre, que conocía mi afición por la pintura, me encargó que le pintara dos cuadros que evocaran a su tierra, Andalucía. Un paisaje y una plaza con una fuente. Experimenté con polvo de mármol, gouache y acrílico y esas fueron mis dos primeras ventas hace ya mucho tiempo, yo tendría unos 20 años.
Siempre entre las obras hay alguna que sientes más atracción, podría citar Maggiore, Libro con luz, Costa Azul 2, Cisne y nebulosa y algunas más, entre ellas las dos últimas que me han comprado Julio 9 y Julio 10.
¿Qué es el arte para ti? ¿Qué papel juega en tu vida? ¿Vives del arte?
Para mi, el arte es una forma de expresar sentimientos interiores u otro tipo de saberes inconscientes que se van acumulando con nuestra experiencia. El arte es diversidad, un caleidoscopio que muestra las muchas caras de las que se compone la realidad y nos ayuda a entender el mundo. Por tanto, sirve para ampliar nuestro concepto de la realidad. Para mi el arte, no se limita a la contemplación de obras en un museo o una galería. Hay arte en todas partes, en la desconchadura de una pared, en las nubes blancas de un cielo azul, en una puerta pintada, en las ramas de un árbol, en la ola que rompe contra una roca, en un campo labrado. Así que podemos disfrutar de experiencias estéticas en cualquier momento y por nosotros mismos. Nos intentan deslumbrar cuando nos dicen que en una subasta, una obra se ha vendido por millones de euros, dando a entender que si tiene un precio tan alto es porque es muy buena. El arte como muchas cosas, lo utilizan para crear tendencias y manipular nuestro criterio.
El arte ha jugado un papel importante en mi vida, porque aparte del goce estético de crear, viene a ser como una terapia que te permite desconectar de una especie de pensamiento único que se va imponiendo. Parece que como vestimos diferente y tenemos aficiones diversas gozamos de un mundo multicultural. Estamos lejos de eso, las consignas de los medios nos hacen creer que tenemos criterio propio, cuando en realidad solo estamos repitiendo lo que dicen esos medios.
En el mundo del arte ha habido personalidades revolucionarias, artistas olvidados con biografías inmensas, que esos que tienen los hilos del poder no han valorado ni sabrán valorar. El otro día caminando vi una frase en una pared que decía “El artista es el ingeniero del alma”; a eso aspiro.
En cuanto a si vivo del arte, me hubiera gustado que hubiera sido así. Los ingresos eran principalmente, del trabajo de personal estatutario en el hospital público. Pero esto me daba libertad para buscar y experimentar en diferentes géneros.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Te identificas con algún otro artista?
Me apasiona la pintura clásica siendo mis maestros espirituales Da Vinci, el Bosco, Velázquez, Corot o Patinir. Cuando viajaba a Cuenca visitaba el museo de Arte Abstracto y me gustaba la abstracción de Zobel, Canogar, Millares y la gestualidad de Saura. Admiraba a pintores extranjeros como Twombly, Kirkeby, Schnabel, Staël y un largo etcétera. En los años 80 aquí en Barcelona, era un asiduo visitante de galerías para ver sus pinturas. En la calle Consell de Cent se concentraban unas cuantas y vi obras de Tapies, Ràfols-Casamada, Barceló, Sicilia, Hernández Pijuan… y muchos más. Así que las influencias son variadas pero principalmente se deben a artistas catalanes.
Ver pintura me estimula a pintar siendo la naturaleza mi fuente de inspiración. En el aspecto formal no la imito -la mímesis no es para mi-, la siento, y me pongo en sintonía con Aristóteles cuando dijo “la finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia”.
¿Qué tiene tu proceso creativo que lo haga especial?
Mis pinturas suelen comenzar a partir de una mancha o de un trazo que, jugando con el azar dibuja formas cargadas de sorpresas, de esta manera se inicia un diálogo entre lo casual y lo determinado por mi hasta configurar una obra que tiene conexiones a nivel formal con el paisaje.
El proceso tiene que ver con la experimentación, la búsqueda y la observación.
La experimentación que me satisface es comprobar la interacción de los colores, cómo se relacionan unos con otros. Ver cómo la transparencia u opacidad del color (junto con la materia y el gesto de las pinceladas) van configurando una realidad próxima, reconocible e impregnada de subjetividad.
La experimentación que me satisface es comprobar la interacción de los colores, cómo se relacionan unos con otros. Ver cómo la transparencia u opacidad del color (junto con la materia y el gesto de las pinceladas) van configurando una realidad próxima, reconocible e impregnada de subjetividad.
La Búsqueda. Busco una figuración que aluda al entorno y nos recuerde paisajes, personajes, objetos y atmósferas. No una realidad mimética en la forma, sino una realidad sentida emocionalmente.
El proceso de esta creación me aporta conocimiento, puesto que se basa en la observación de los elementos y su entorno, en el paso del tiempo y en las variaciones que se observan.
El resultado son pinturas con un predominio de la figuración expresionista, que se deslizan hacia la abstracción en soportes de variados formatos. Siendo la pintura acrílica uno de mis materiales más recurrentes.
¿Has realizado alguna exposición últimamente, qué puedes contarnos? ¿Tienes algún proyecto en mente?
Este último año he realizado dos colectivas una en Bulevard dels Antiquaris de Barcelona y la otra en Nauart también en Barcelona. Exponer es una manera de estar actualizado.
Uno de mis proyectos ÁRBOLES DE LA MEMORIA lo tengo en el blog. Es un diálogo, como se dice ahora, entre las obras que he ido creando, en diferentes épocas y que tienen como elemento común el árbol.
Otro proyecto en el que trabajo son series de pinturas en lienzo y papel. Una de ellas ENLACES, otra PAISAJES PRIMORDIALES y otra el ÁRBOL DE LA CIENCIA, cada una tiene su recorrido y sus encuentros de manera que me llevarán a la selección de un número de obras para una exposición individual.
El punto de partida es dar un papel relevante a la intuición en el proceso, precisamente porque creo que vivimos en una sociedad tecnificada, donde la ciencia en vez de abrir puertas al conocimiento sirve a unas corporaciones sin alma que desconfían de las humanidades. La intuición es un saber poderoso y muchos de los adelantos científicos vienen precedidos por algún destello de lo intuitivo. La ciencia, contrariamente a lo que se cree, solo puede explicar el mundo en un pequeño porcentaje, así que debemos recuperar esos saberes ancestrales. Para las series me remonto y me inspiro en las formas simplificadas de los primeros tiempos de la creación, espirales y círculos que son las formas de las galaxias, de los planetas, de las copas de los árboles y de los primeros dibujos infantiles. Pretendo llegar a ese punto esencial de reivindicar la pintura y convertirla en algo explícito, donde el color y la materia nos sirve en un juego de combinaciones, para hacer vibrar algún punto de nuestra emoción.
Podrías recomendarnos:
Un artista: Rogier van der Weyden.
Una obra: El jardín de la delicias, de el Bosco.
Un libro: Rayuela, de Julio Cortázar.
Una película: Gattaca.
Muchas gracias.
Te invitamos a visitar la galería de Jesús Cuenca en Artelista.
Link: EN MI TALLER ARTELISTA
Entrevista a JESÚS CUENCA por MOISÈS FERNÁNDEZ.
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Completo el post con unas fotografías de MI TALLER.
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